Querida Kianna:                

¿Qué me puede enseñar la Sagrada Familia sobre dar a los demás?

— Buscador entusiasta

 

Querido entusiasta:

Como seguidores de Jesús, estamos llamados a entregarnos a los demás, imitando el ejemplo de Cristo, quien se entregó en la cruz y se sigue entregando en la Eucaristía en cada Misa. 

Esto no es fácil, ya que dar requiere sacrificios, ¡y muchos! Aun así, es precisamente en estos sacrificios que tú y yo nos convertimos en las personas que Dios nos creó para ser. 

Al reconocer esta gran tarea, San Juan Pablo II manifestó: “¡No hay lugar para el egoísmo y no hay lugar para el miedo! No temas, entonces, cuando el amor exige. No temas cuando el amor requiere sacrificio”. 

La Sagrada Familia de Jesús, María y José, puede ser nuestra guía para dar con amor y sacrificio, sin esperar nada a cambio. 

María fue llamada por el Señor cuando era apenas una adolescente, para ser el instrumento por medio del cual Dios se volvería hombre y entraría en nuestro mundo humano. Ella humildemente aceptó su llamado, entregando su vida y cargando al Niño en aceptación del plan de Dios, que cambió el curso de la humanidad. 

San José, el esposo de María y padre terrenal de Jesús, fue llamado por Dios para ser el protector y guardián de Jesús y de María, guiándolos con amor y fuerza en las alegrías y en las dificultades de la vida cotidiana. 

Juntos, María y José enfrentaron dificultades y peligros y tuvieron que hacer muchos sacrificios. Entregaron sus vidas al Señor y se entregaron mutuamente, mientras Jesús realizaba su recorrido hasta la cruz para completar el máximo sacrificio de todos los tiempos: la entrega total de su vida por la salvación de las almas. 

La Sagrada Familia ilumina esta verdad: Cuanto más entreguemos nuestras vidas, más ganamos. O, como reza la famosa oración de San Francisco de Asís: “Es dando como recibimos”.

A veces es difícil imaginarlo, ¿verdad?

Pero al dar, crecemos en santidad y nos convertimos en hombres y mujeres que Dios nos creó para ser, moldeados según su propio corazón. 

Cuando tenemos dificultad para entregarnos en nuestras relaciones de la vida diaria, podemos pedir la guía de la Sagrada Familia para ayudarnos a crecer y llegar a ser santos y discípulos para el reino del Señor. 

Te invito a mirar tu vida con honestidad y a preguntarte: ¿Cómo estoy dando y ofreciendo mi vida por los demás hoy?

Que la Sagrada Familia sea tu guía, inspiración y modelo al embarcarnos en esta gran búsqueda del discipulado.