CIUDAD DEL VATICANO — Como San Pablo, los cristianos no sólo deben conocer a Jesús con la cabeza, sino invitarlo a entrar en sus corazones a través de un encuentro personal con Cristo, dijo el Papa Francisco.

“Lo que cambia una vida es el encuentro con el Señor”, dijo el Papa durante su audiencia general del 29 de marzo en la Plaza de San Pedro, en la que reflexionó sobre la conversión de San Pablo y lo elogió como modelo de lo que significa tener “pasión por el Evangelio”.

San Pablo participó en la persecución de los primeros cristianos antes de convertirse y fundar varias comunidades cristianas.

El Papa Francisco dijo que la experiencia de San Pablo con Cristo convirtió el celo del santo por la ley judía como fariseo en un celo por el Evangelio y lo cambió de alguien decidido a destruir la iglesia en un apóstol.

“Convertirse en cristiano no es un maquillaje que te cambia la cara”, dijo el Papa. “El verdadero cambio es del corazón. Y esto le sucedió a Pablo”.

Explicó que, aunque estudiar la fe tiene su valor, desarrollar una pasión por el Evangelio como la que tenía San Pablo “no es una cuestión de comprensión o de estudios”, sino de experiencia vivida.

“Tú puedes estudiar toda la teología que quieras, tú puedes estudiar la Biblia y todo eso y convertirte en ateo o mundano”, dijo. “Estudiar es necesario, pero no genera la nueva vida de gracia”.

El Papa Francisco advirtió del peligro de convertirse en un “católico elegante” que, al centrarse únicamente en seguir los mandamientos de la Iglesia, ha desarrollado una idea abstracta de Jesús en su vida.

“Si no ha entrado Jesús en tu vida no ha cambiado. Tú puedes ser cristiano por fuera solamente”, dijo. “El verdadero cristiano es el que recibe a Jesús dentro, que cambia el corazón”.

A continuación, el Papa Francisco animó a los cristianos a preguntarse: “¿Qué significa Jesús para mí?”.

“¿Le he dejado entrar en mi corazón o solamente lo tengo a mano pero que no vaya muy dentro? ¿Me he dejado cambiar por Él? ¿O Jesús es solamente una idea, una teología?”, preguntó el Papa.

Cuando un cristiano realmente hace de Jesús una parte central de su vida, dijo el Papa, “siente el fuego y como Pablo debe predicar a Jesús, debe hablar de Jesús, debe ayudar a la gente, debe hacer cosas buenas”.

Si uno sólo tiene una idea abstracta de Jesús, en cambio, uno “permanece un ideólogo del cristianismo”, dijo el Papa.